lunes, 3 de marzo de 2014

VISITA AL MUSEO DEL EJÉRCITO DEL AIRE

El pasado sábado 22 nos fuimos Centro de Día e Indis a visitar el Museo del Ejército del Aire situado en el Aeródromo de Cuatro Vientos. La cita, para tratarse de sábado, era temprana y eso pasó factura a más de alguno o alguna que se retrasaron un poco. Solucionadas las incidencias nos embarcamos en la Renfe rumbo a la estación de Cuatro Vientos y una vez allí aún nos quedaba por recorrer un camino hasta el acceso al Museo, hacía una mañana espléndida y la verdad que el paseo no se hizo demasiado pesado.  

En el acceso al Museo nos esperaba un guía que nos explicaría y enseñaría las entrañas del mismo, aprovechamos estas líneas para mostrar nuestro máximo agradecimiento a este hombre que de una forma desinteresada dedica su tiempo libre para guiar a grupos que visitan el Museo y en esta ocasión a nosotros. Fuimos recorriendo los hangares y nos iba explicando historia y curiosidades de muchas de las aeronaves que íbamos viendo e incluso de una forma muy sencilla la pregunta del millón, cómo y porqué vuela un avión. 

Pudimos contemplar piezas históricas como el globo “Ciudad de Huelva” que fue el primero de la historia en atravesar el Atlántico con motivo del “Quinto Centenario del Descubrimiento de América”, el hidroavión “Plus Ultra” considerado como mejor avión de este tipo de su época (1922) o el Autogiro C-19 creado por Juan de la Cierva tan identificado con Getafe. Por desgracia estaban un par de hangares cerrados por mantenimiento y nos quedamos sin conocer, por ejemplo, cómo es por dentro una cabina de tripulación; pero en la exposición exterior nos subimos a un avión de transporte de personal y nos pudimos quitar esa espinita, dentro de este avión el guía interpretó el “Himno del Ejército del Aire” al final del cual recibió los aplausos de rigor y la visita llegó a su fin, foto de grupo e hincar el diente al almuerzo que con tantas ganas se esperaba y vuelta a Getafe.

El sábado tuvimos mucha suerte, hizo un día genial y pudimos disfrutar de una excursión una vez más. Pero la mayor suerte del sábado fue poder pasar la mañana con nuestros y nuestras peques y no tan peques, que aunque en ocasiones no se comporten como nos gustaría y nos saquen un poco de nuestras casillas, nos recompensan con lo mejor que pueden hacerlo, su cariño. 

El mejor olor, el del pan; el mejor sabor, el de la sal; el mejor amor, el de los niños.
                                                      Graham Greene

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dinos que opinas