REFLEXIONES





LEYENDA SAMURÁI

Había una vez en el antiguo Japón, un viejo samurái, ya retirado que se dedicaba a enseñar el arte de la meditación a sus jóvenes alumnos. A pesar de su avanzada edad, corría la leyenda que todavía era capaz de derrotar a cualquier adversario.

Cierto día apareció por allí un guerrero con fama de ser el mejor en su género. Era conocido por su total falta de escrúpulos y por ser un especialista en la técnica de la provocación. Este guerrero esperaba que su adversario hiciera el primer movimiento y después con una inteligencia privilegiada para captar los errores del contrario atacaba con una velocidad fulminante. Nunca había perdido un combate.

Sabiendo de la fama del viejo samurái, estaba allí para derrotarlo y así aumentar su fama de invencible. El viejo aceptó el reto y se vieron en la plaza pública con todos los alumnos y gentes del lugar. El joven empezó a insultar al viejo maestro. Le escupió, tiró piedras en su dirección, le ofendió con todo tipo de desprecios a él, sus familiares y antepasados. Durante varias horas hizo todo para provocarlo, pero el viejo maestro permaneció impasible. Al final de la tarde, exhausto y humillado, el joven guerrero se retiró.

Los discípulos corrieron hacia su maestro y le preguntaron cómo había soportado tanta indignidad de manera cobarde sin sacar su espada, asumiendo el riesgo de ser vencido.

-Si alguien te hace un regalo y tú no lo aceptas, ¿a quién pertenece ese regalo? -preguntó el samurái.

-A quién intentó entregarlo -respondió un discípulo.

-Pues lo mismo vale para la rabia, la ira, los insultos y la envidia, -dijo el maestro- cuando no son aceptados continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.



EL EXTRAÑO

Unos cuantos años después que yo naciera, mi padre conoció a un extraño, recién llegado a nuestra pequeña población. 

Desde el principio, mi padre quedó fascinado con este encantador personaje, y enseguida lo invitó a que viviera con nuestra familia. 

El extraño aceptó y desde entonces ha estado con nosotros. Mientras yo crecía, nunca pregunté su lugar en mi familia; en mi mente joven ya tenía un lugar muy especial.

Mis padres eran instructores complementarios: Mi mamá me enseñó lo que era bueno y lo que era malo y mi papá me enseñó a obedecer. Pero el extraño era nuestro narrador.

Nos mantenía hechizados por horas con aventuras, misterios y comedias. Él siempre tenía respuestas para cualquier cosa que quisiéramos saber de política, historia o ciencia. 

¡Conocía todo lo del pasado, del presente y hasta podía predecir el futuro! Llevó a mi familia al primer partido de fútbol. Me hacía reír, y me hacía llorar. El extraño nunca paraba de hablar, pero a mi padre no le importaba. A veces, mi mamá se levantaba temprano y callada, mientras que el resto de nosotros estábamos pendientes para escuchar lo que tenía que decir, pero ella se iba a la cocina para tener paz y tranquilidad. (Ahora me pregunto si ella habrá rogado alguna vez, para que el extraño se fuera). 

Mi padre dirigió nuestro hogar con ciertas convicciones morales, pero el extraño nunca se sentía obligado para honrarlas. Las blasfemias, las malas palabras, por ejemplo, no se permitían en nuestra casa Ni por parte de nosotros, ni de nuestros amigos o de cualquiera que nos visitase. Sin embargo, nuestro visitante de largo plazo, lograba sin problemas usar su lenguaje inapropiado que a veces quemaba mis oídos y que hacía que papá se retorciera y mi madre se ruborizara. Mi papá nunca nos dio permiso para tomar alcohol. Pero el extraño nos animó a intentarlo y a hacerlo regularmente. Hizo que los cigarrillos parecieran frescos e inofensivos, y que los cigarros y las pipas se vieran distinguidas. Hablaba libremente (quizás demasiado) sobre sexo. Sus comentarios eran a veces evidentes, otras sugestivos, y generalmente vergonzosos.  

Ahora sé que mis conceptos sobre relaciones fueron influenciados fuertemente durante mi adolescencia por el extraño. Repetidas veces lo criticaron, mas nunca hizo caso a los valores de mis padres, aun así, permaneció en nuestro hogar.  Han pasado más de cincuenta años desde que el extraño se mudó con nuestra familia. Desde entonces ha cambiado mucho; ya no es tan fascinante como era al principio. No obstante, si hoy usted pudiera entrar en la guarida de mis padres, todavía lo encontraría sentado en su esquina, esperando por si alguien quiere escuchar sus charlas o dedicar su tiempo libre a hacerle compañía... ¿Su nombre?

Nosotros lo llamamos....... ¡¡Televisor!!

Nota: Se requiere que este artículo sea leído en cada hogar. ¡Ahora tiene una esposa que se llama Computadora!! ...y un hijo que se llama móvil! con el agravante que el nieto pinta ser el peor de todos, el SMART PHONE.



EXTRACTO DEL DISCURSO DEL DALAI LAMA EN EL PREMIO NOBEL DE LA PAZ (1989)

Hermanos y hermanas:

El progreso material es por supuesto, importante para el avance humano. En Tíbet dimos muy poca atención al desarrollo económico y tecnológico y actualmente nos damos cuenta de que esto fue una equivocación. Al mismo tiempo, el desarrollo material sin un desarrollo espiritual puede causar también graves problemas. En algunos países se concede demasiada atención a las cosas externas y muy poca importancia al desarrollo interior. Creo que ambos son importantes y deben ser desarrollados conjuntamente para conseguir un buen equilibrio entre los dos. (…) La clave es la paz interior: si se tiene paz interior, los problemas externos no afectarán el profundo sentido de paz y tranquilidad. En este estado mental se pueden afrontar las situaciones con razonamiento y tranquilidad, mientras se mantiene la felicidad interior. Esto es muy importante. Sin paz interior, por muy confortable que sea la vida material, aún se estará preocupado, molesto o triste por diferentes circunstancias.

Por lo tanto, está bien claro que tiene una gran importancia comprender la interrelación entre estos y otros fenómenos y considerar y tratar de resolver los problemas de una forma equilibrada que tenga en consideración los diferentes aspectos. Por supuesto, no es fácil. Pero el intentar resolver un problema tiene poco beneficio si actuando de esta forma creamos otros igualmente serios. Por tanto, no tenemos alternativa: debemos desarrollar un sentido de responsabilidad universal, no sólo en el aspecto geográfico, sino también con respecto a las diferentes cuestiones con las que se enfrenta nuestro planeta.
La responsabilidad no descansa sólo en los líderes de nuestros países o en aquéllos que han sido elegidos para hacer un trabajo concreto. Está individualmente en cada uno de nosotrosLa paz empieza dentro de cada uno. Cuando poseemos paz interior, podemos estar en paz con todos a nuestro alrededor. Cuando nuestra comunidad está en un estado de paz, esta paz puede ser compartida con nuestras comunidades vecinas. Cuando sentimos amor y bondad hacia los demás, esto no sólo hace que los demás se sientan amados y protegidos, sino que nos ayuda también a nosotros a desarrollar paz y felicidad interior. Y hay maneras en las que podemos trabajar conscientemente para desarrollar sentimientos de amor y bondad. Para algunos de nosotros, la forma más efectiva de hacerlo es a través de las prácticas religiosas. Para otros, pueden ser prácticas no religiosas. Lo importante es que cada uno de nosotros hagamos un esfuerzo sincero de tomar seriamente nuestra responsabilidad por los demás y por el medio ambiente. (…). 

Muchas gracias.

Permítanme compartir con ustedes una corta oración que me da una gran inspiración y determinación:

“Por tanto tiempo como dure el espacio
 y tanto tiempo como permanezcan seres vivos,
 hasta entonces, pueda yo también permanecer
 para disipar la miseria del mundo”.

Dalai Lama 1989



TRABAJO EN EQUIPO

En una empresa el León (Gerente de Selva S.A.), buscaba el mejor camino para el logro de la excelencia y convocó a sus ejecutivos a una convención, en la que todos participaron activamente durante 3 días.

La reunión se orientó a los "Factores de Éxito" por fortalecer.

El Conejo propuso que para lograr la Excelencia todos debían estar preparados para correr veloces a fin de no ser presa del peligro.

La Ardilla propuso desarrollar la capacidad de trepar y escalar ya que desde lo alto de los árboles podía verse todo con más amplitud.

Un Pato indicó que lo más importante era la capacidad de nadar para atravesar los ríos de Selva S.A.

El Águila señaló la capacidad de Volar como el elemento clave para el desarrollo del éxito.

Así lo hicieron el resto de los animales señalando otros atributos sumamente importantes tales como la capacidad de ver en la oscuridad, o tener colmillos y garras fuertes, etc.

Ante la diversidad de ideas se conformó un consejo consultivo y seleccionaron los elementos de éxito:

Correr, escalar, nadar y volar.

Acto seguido el León (Gerente) encargó a su departamento de entrenamiento para preparar al resto de animales en el dominio de esas capacidades.

Por más que practicaron, no lograban su cometido.

El Pato excelente en natación tenía dificultades para correr y se quedaba fuera de hora para practicar, como corría lentamente tenía menos tiempo para nadar y por último las patas se le hincharon y dejó de nadar por descanso.

El Conejo, gran velocista entró en stress tras la frustración de no poder nadar.

La Ardilla, excelente en el arte de escalar, se lesionó en las clases de vuelo y también sacó notas muy bajas en carrera y natación.

Al mes se presentaron las evaluaciones y tras el desencanto, el León bastante molesto, indicó que todo quedara como antes.

El Mono propuso la siguiente MORALEJA:

Aprendamos de esta experiencia, para enfrentarnos a la Nueva Era, lo más importante es la capacidad de trabajar en equipo, colaborando y cooperando unos con otros.

Debemos participar sumando nuestras cualidades a la de los demás, actuando cuando seamos necesarios, tras el mismo objetivo.



FIJACIÓN DE OBJETIVOS

¿Me podrías indicar, por favor, hacia dónde tengo que ir desde aquí?
Eso depende de adónde quieras llegar –contestó el Gato.
A mí no me importa demasiado adónde… -empezó a explicar Alicia.
En ese caso, da igual hacia dónde vayas –interrumpió el Gato.
…siempre que llegue a algún lado –terminó Alicia a modo de explicación.
¡Oh! Siempre llegarás a alguna parte –dijo el Gato-, si caminas lo bastante.

Lewis Carroll
“Alicia en el País de las Maravillas”
  


FRASES

“Las palabras son la vida puesta en el papel. Por tanto, busco a las personas”

El Aleph - Paulo Coelho


“Preocupémonos de tener siempre, cuando tratamos con los jóvenes, un rostro jovial, un trato educado, un hablar gracioso, afable, cariñoso. Si no se hace esto por instinto, por naturaleza, hagámoslo de propósito, por compromiso, incluso por esfuerzo.”
S. Leonardo Murialdo



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