Hace unos días uno de los menores
que asisten a uno de los Talleres de Habilidades Sociales de la Asociación nos
sorprendió al comunicar a una de las educadoras que una cobaya se
encontraba abandonada en el cubo de la basura, con la esperanza de que juntos
la pudieran sacar de allí y asegurarse de que estaba bien.
A partir de ahí este
menor y uno de sus compañeros dedicaron todo el taller a cuidar al animal,
ayudarle a que se tranquilizara, comprar comida, alimentarle, ponerle un
nombre, etc. Fue una de las sesiones más ricas vividas hasta el momento.
Mágicamente Simba, esta cobaya, se convirtió en co-educador de nuestra
compañera impulsando a los menores a hablar sobre temas importantes para ellos
como el cuidado que han recibido, el cariño, lo que necesitarían recibir en las
relaciones con los demás etc.
Quizá sea un hecho que a algunos les parezca
insignificante pero a nosotros no nos ha pasado desapercibido y es por ello que
queríamos compartirlo con todos vosotros.
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