Sin llegar a tratarse de la gran película de
los Hermanos Marx, sí que ha sido algo
tan divertido y emocionante para nuestras criaturas, como lo que para algunos
nos provocó en su momento ese gran telefilm.
Tanto el Centro de Día como el Centro INDIS
hemos disfrutado de una salida conjunta como hacía tiempo ya. Expectantes en cada instante y en cada pase
del maravilloso mundo del circo: payasos; domadores de fieras, acróbatas,
juegos de luces, animales (generadores de más que alguna polémica), y
“chicharrito, el de la nariz colorada”,
todos ellos haciendo las vicisitudes de los más pequeños.
A más de uno le hubiera gustado saltar a la
arena y poder ser uno más del
espectáculo. Aun así, se han conformado con ser esa parte tan importante para
el circo hoy en día: el público. Muchos éramos los que veíamos por primera vez
este tipo de función y tardaremos, también muchos, en volver a formar parte del maravilloso público.
Agradecer la buena voluntad del CIRCO HOLIDAY
y a su generosidad, al Ayuntamiento de
Getafe, a la Conferencia Episcopal Española y los voluntarios/as que han hecho
posible que los menores de nuestra Asociación hayan cumplido un capítulo de
alguno de sus sueños.
“A otros le
estarán reservadas los grandes batallas de la palabra y la ciencia: a nosotros
nos están reservadas las más silenciosas, pero no por ello menos eficaces, de
las obras de caridad, de la dedicación escondida y del humilde celo hacia los
jóvenes”.
S. Leonardo Murialdo
Jonathan (Educador Social INDIS)
Hola. Visito el blog a menudo y hoy me he decidido a escribir. Antes de nada quiero que vaya por delante mi sincera enhorabuena y admiración hacia todos los profesionales y voluntarios que contribuís, tanto en vuestro tiempo laboral como fuera del mismo, a hacer posible que los menores cumplan día a día capítulos de algunos de sus sueños (como no lo puedo explicar mejor, simplemente copio la frase). No obstante, en esta ocasión en particular quería expresar una opinión personal sin ánimo de ofender a nadie, por supuesto. Considero no idóneo la asistencia a un circo que utiliza animales para sus espectáculos. Hoy por hoy sería posible disfrutar de un espectáculo circense de gran calidad sin recurrir al reclamo que suponen los animales y esto es algo en lo que todos podemos participar comenzando por no mantener con nuestra asistencia actuaciones que deciden hacer uso de los mismos y en las que es dudoso el cuidado y trato que reciben (uso de látigos, cadenas, habitáculos pequeños y no adecuados,...) En cualquier caso, como siempre es mejor tratar de quedarse con una visión positiva de los acontecimientos, el hecho de que los propios menores fueran los que presenciaran el “espectáculo” y fueran algunos de ellos mismos los que se extrañaran e incluso asombraran por el papel (por no decir el trato) de los animales en el circo, quizás haya servido en si como herramienta educativa por una ocasión. Sin más, os vuelvo a felicitar a todos por la labor que realizáis día a día y, aprovechando la última entrada que habéis publicado en el blog sobre Mahatma Gandhi, me despido con una célebre frase suya: “Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales”.
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