Cuenta una leyenda japonesa, que entre las
personas que están destinadas a tener un lazo afectivo, se tiende un “hilo rojo”
que las une desde su nacimiento, muestra del vínculo existente entre ellas.
Algo así ocurre entre Nazaret (Fundación del P. Fontova S.J.) y la Fundación Diocesana San
José Obrero, en la provincia de Alicante, ambas con una trayectoria
socio-educativa de más de 50 años, implicadas en la atención a la infancia y
juventud más desfavorecida.
En la Asociación
Murialdo tuvimos la suerte de conocer de primera mano su trabajo, y la
semana pasada estuvimos dos días con algunos de sus miembros, con quienes
compartimos momentos muy enriquecedores. A continuación os contamos nuestro
recorrido.
Jueves 13 de junio: llegada a Alicante y
rumbo al centro Nazaret, colegio y centro de día C.A.E.S., en el que se desarrolla un proyecto de
compensatoria en Primaria y Secundaria, para atender a menores con necesidades
educativas y en situación de riesgo social. Su Director General, Miguel Ángel
Segura, nos presentó al equipo educativo, nos mostró sus instalaciones,
actividades y carisma, así como la historia del centro, que nació de manos del
Padre Fontova, un espíritu emprendedor que dejó una semilla que, medio
siglo después, sigue dando su fruto.
Tras ver la hoguera realizada por el alumnado
del colegio, con motivo de las fiestas de San Juan y la comida, visitamos el Centro de Vida, integrado por seis
residencias de acogida en tres barrios de Alicante, en las que se atiende a 37
menores entre 6 y 18 años. Tino, jesuita coordinador de dicho proyecto, nos
acompañó y explicó el trabajo que día a día lleva a cabo un equipo de cuarenta
profesionales que se encargan de dar un trato humano y técnico a las niñas y
niños que atienden.
“Nazaret”, sinónimo de “buena noticia”, es un
referente en todo Alicante desde 1957, y cuando conocimos su misión y a la
gente que lo hace posible, entendimos por qué.
Desde allí, fuimos a la Residencia infantil Margarita Naseau, regentada por las Hijas de la
Caridad SVP, quienes nos abrieron las puertas de su casa y nos explicaron la interesante
labor que realizan.
Viernes 14 de junio: El viernes fue el día
dedicado a la Fundación Diocesana SanJosé Obrero, cuyo Director, el sacerdote Vicente Martínez Agulló, nos
acompañó a sus centros de Orihuela y Elche, vinculados al lema “Nadie crece
solo”.
En Orihuela vimos el Colegio Diocesano SanJosé Obrero, en el que desde 1957 se promueve la educación integral de su
alumnado, desde una concepción cristiana católica de la persona, de la vida y
del trabajo. El equipo de profesionales que lo integra, lleva a cabo labores de
prevención, trabajo educativo directo, seguimiento a familias, escuelas
profesionales, formación profesional ocupacional… Además, desde el curso 1985-86,
desarrollan un proyecto de Compensación Educativa.
Tras ver las magníficas instalaciones del
centro y cómo las nuevas tecnologías se encuentran ampliamente integradas como
herramienta para la docencia, nos pusimos rumbo a Elche, a la tradicionalmente
llamada “Casita de Reposo”, hoy Centro de acogida de menores, integrado en la
Fundación desde septiembre de 2009.
Vitalidad, implicación, adaptación al cambio…,
son algunos de los ingredientes fundamentales para hacer realidad un sueño que
comenzó hace algo más de cincuenta años y que hoy sigue trabajando por/para/con
la infancia y juventud más desfavorecida de Alicante.
Y desde nuestra Asociación nos preguntamos…
¿Acaso no es esa misma línea de trabajo la que llevamos a cabo en nuestros
proyectos? ¿Acaso no es esa la Pedagogía del Amor que nos enseñó Murialdo?
Quizás entre Madrid y Alicante haya un hilo rojo que no habíamos descubierto
hasta ahora…
Por lo que estoy apreciando,existen almas gemelas tambien en este ámbito.
ResponderEliminarDignos de admirar por su intensa labor y sobre todo por "no" agotarse con el paso del tiempo.
Creo que estos ejemplos, nos tienen que contagiar de entusiasmo ,vitalidad y compromiso.
Ser un claro ejemplo de que sí se quiere ,se puede.