NOS HIZO UN DÍA ESTUPENDO Y NOS SALIÓ UN ESTUPENDO DÍA

Este fin de semana nos hemos juntado más de 100 personas en Sigüenza, concretamente en el Palacio de los Infantes de Sigüenza, antiguo seminario josefino y hoy casa de acogida que es sede de los Josefinos de Murialdo desde mil novecientos… desde hace mucho.

Salimos prontito para aprovechar el día desde Getafe, de donde vinieron chicos del centro de Día, de InDis, de los Proa, de Compensatoria… desde Madrid, bueno, desde San Blas que mola más, también del centro de Día y de los grupos de la parroquia Nuestra Señora del Recuerdo, desde Azuqueca de Henares (Guadalajara) del grupo junior de la parroquia de Santa Cruz y desde Orduña del Colegio Ntra. Sra. de la Antigua de Orduña.

Al llegar allí hicimos algunos juegos de presentación porque muchos de nosotros nunca nos habíamos visto, a continuación el grupo de menos mayores (porque había alguno que ya no se le puede llamar pequeño) nos tocó jugar un rato y divertirnos. Los mayores hicieron también alguna actividad para divertirse y para conocerse.

Después el grupo de pequeños tuvimos un momento de oración en el que los monitores representaron un cuento, el del Espantapájaros (si queréis echarle un vistazo seguir este enlace) y luego jugamos juntos en La Alameda. Mientras, en San Vicente celebramos misa el grupo de mayores.

Y por fin, ¡la comida!, ¡que ricos los macarrones y los filetes! Ya había hambre y entró todo con muuuuucha facilidad. Desde aquí agradecemos a los josefinos de Sigüenza la acogida y lo bien que nos trataron a todas y todos.

Después de comer y como broche final, gymkhana por Sigüenza, subimos al castillo, hicimos pruebas, bajamos a la catedral y otra prueba, nos fuimos hasta el monumento a la Inmaculada Concepción y otra prueba, y así por toda la ciudad… muchas risas, mucha diversión y de vuelta al Palacio de los Infantes que llega el autobús donde todos se quedaron rendidos como angelitos y fueron durmiendo… soñando… ¡OJALA! Nos pusimos a cantar y seguir pasándolo estupendamente hasta que, como dice un refrán popular, “Cada mochuelo a su olivo”

Como titula esta entrada, nos hizo un sol maravilloso que permitió que hiciera un día estupendo y nos salió un estupendo día.